martes, 5 de marzo de 2013

Via Verde del Ronquillo

Hay una teoría que defiende que una de las mayores ventajas del Homo Sapiens respecto a sus competidores directos (Homo Erectus y Homo Neanderthal) fue la gran capacidad de realizar largas caminatas aumentando así sus posibilidades de encontrar comida, agua, refugio u otros grupos de sapiens. Y no hay mejor forma en la naturaleza de realizar algo que supone un gran esfuerzo (en vez de estar cómodamente tirados) que crear todo un sistema de satisfacción neuronal (pasa lo mismo con el sexo). Es decir, estamos diseñados para caminar, nos gusta caminar y viceversa (con el sexo también, eh?). Pues dicho y hecho. A caminar se ha dicho. Y si es por el campo, percibiendo la belleza natural, sitiendo el aire, el frio o el calor, la tierra, etc., pues mejor. 

Así que harán unas cuantas semanas cogí a la familia tertiense con la intención de descubrir la Via Verde del Ronquillo, Ruta Minera de la Minilla o como se llame. Yo de hecho, sabía que saliendo de la nacional 630 había un bonito sendero, pero ni idea de lo que era ni como se llamaba,

El acceso si no lo conoces o lo preparas con antelación se te puede pasar pues no está señalizado desde la N-630. La nacional antes de llegar al Ronquillo pasa por debajo de la autovía A-66, inmediatamente hace un giro a la derecha, vereis señalizado el pantano de Minilla. Seguís unos 50 metros más adelante y se cruzará un pequeño puente. Pues bien, justo debajo del puente empieza la ruta, así que podeis dejar el coche o bien antes del puente a la derecha (dirección Ronquillo) o bien después del puente a la izquierda (misma dirección).

La ruta sigue un antiguo trazado minero que unía las localidades de El Ronquillo con Cala, bordeando en el tramo que nos ocupa el pantano de la Minilla. El trazado es plano sin desnivel alguno. El suelo compacto y sin deformidades. Bordeado por barandillas de maderas y postes señal. Es decir, una vez en el camino es una gloria andar, cómodo, para todos los públicos, bien cuidado (será que es reciente, claro). Al principio a la derecha se encuentra una antigua estación totalmente reformada, cuyo proyecto es el de ser un lugar de alojamiento y restaurante. Pero en la actualidad no está en uso. Es una pena, otro monumento a la desidia de la Administración y también , por qué no, el nulo espiritu emprendedor de nuestras gentes (aqui o se dan subvenciones o va a montar una empresa el tato, prefiero seguir paseando a caballo por mi finca). 



Durante todo el trayecto vais bordeando el pantano que en un día soleado como el que tuvimos nosotros te regala imponentes estampas. También encontramos merenderos con bancos e incluso barbacoas. La ruta sigue unos 9 kilómetros. 


 Nosotros no la hicimos entera, nos quedamos en la primera cancela que hay para darnos la vuelta. Tampoco hay que reventarse, lo importante es disfrutar. Y el caso es que tan bonito era que nos parábamos cada dos por tres y se nos hizo tarde. 


Si decidís continuar la verja se puede abrir sin problemas. Eso sí, después la cerraís, por favor.


 Encinas, alcornoques, jaras, romero, lavanda dan un olor y una vistosidad que encandila. El buen estado del camino, la ausencia de desniveles, la presencia de zonas de descanso, la cercanía a Sevilla capital. Todo ello hace de esta ruta un precioso itinerario para empezar a mover las piernas un poquito y salir del adormilamiento del sofa o la cama. Ni que decir tiene que después tenéis cerca El Ronquillo o dirección a Sevilla, Las Pajanosas,  para tomaros una estupenda cerveza con carnes de caza en cualquiera de los bares de la N-630 que atraviesa ambas localidades. Recomiendo especialmente  Arroz con Conejo  o ¨Perdiz en El Ronquillo (Casa Huerta) y Arroz con Carrillada en las Pajanosas (Casa Lola)

Caminante no hay camino, se hace camino al jalar!

martes, 22 de enero de 2013

Los almogábares. Desperta Ferro!!!!

Como si de una partida de Trivial se tratase me atrevo ahora con el quesito de la historia. Y no se me ocurria mejor tema que los desconocidos almogábares. Evidentemente esta entrada tiene una dedicatoria especial, a todos aquellos que me han escuchado relatar, hablar y divagar con más o menos acierto sobre este increible capítulo de la historia de nuestro país. Vamos a la faena...


Entre los siglos XIII y XIV se constituyó una compañía más o menos libre (no pertenecían a ningún señor, ni eran levas) en el reino de Aragón conocidos como los almogábares. Respecto al nombre, claramente proviene del árabe y vendría a significar algo así como "el expedicionario". Parece ser que sus primeras participaciones bélicas ocurrieron durante la reconquista haciendo pequeñas incursiones en grupos reducidos sobre objetivos musulmanes. En aquella época en la entretierra se realizaban frecuentes expediciones o razzias por parte de uno u otro bando, para conseguir fundalmentalmente riquezas o dejar en su sitio a algún belicoso infante. España era algo así como Afganistán. Salvo por contadas grandes batallas (Alarcos, Las Navas de Tolosa, etc.) la reconquista consistía en algo así como una guerra de guerrillas  realizadas por grupos reducidos y en comparación con otros paises europeos de la época, grupos muy especializados. En resumidas cuentas, nos encontramos frente a unos auténticos mercenarios, salvajes pero a la vez muy disciplinados. Hay que tener en cuenta en el éxito de los almogábares, a quienes se enfrentaban. No pensemos en una Edad Media negra, donde todo era guerra y muerte y los nobles y los vasallos se volvían locos por coger una espada. No, no eran muy diferentes a nosotros. Amaban la paz. Ningún noble le apetecía morir por un estúpido conflicto de fronteras y cuando se hacían las levas, ningún vasallo sabía sostener con acierto espada y escudo. Las guerras se ganaban por aplastamiento del ejercito más fuerte, y sin exponerse demasiado, pues a nadie le interesaba un conflicto enconado y menos enfrentarse a una compañía que estuviera dispuesta a morir sin ningún tipo de remordimientos frente al suicidio. Así, no es de extrañar que tuvieran tanto acierto en la batalla, aun siendo en su mayoría infantes con una lanza, un cuchillo largo y un pequeño escudo. El equipamiento no superaba el de un caballero con su hueste, pero sabían lo que hacían perfectamente.


 La tropa estaba compuesta por aguerridos soldados de aragón, cataluña, valencia y baleares principalmente, sirviendo entre otros al rey de Aragón en sus batallas. Pero cuando acababa la reconquista y Aragón con la inercia del conquistador se dio cuenta de que se le quedaba pequeña la península, se encontró con dos problemas. Cómo seguir creciendo y qué hacer con los Almogábares. Pensemos ahora en una tropa de 15.000 soldados profesionales sin nada que hacer, salvo crear problemas dentro de las propias fronteras. La solución era fácil. Había que aprovechar a los almogábares una vez más, pero fuera de España. Y así entraron en Sicilia para poner en su sitio a al pretendiente al trono siciliano francés. De esta manera comenzó la expansión aragonesa por el mediterráneo. Primero fue Sicilia, Túnez, el sur de Italia. Pero claro, también se pacificó finalmente este frente. Y una vez más los almogábares se encontraron sin enemigos. El emperador bizantino Andrónico II Paleólogo  tenía urgente necesidad de tropas para conjurar el peligro turco que avanzaba desde Asia Menor. Así se formó la Gran Compañía al frente de Roger de Flor contando con 7000 personas. Ya en tierras griegas se enfrentan primero a genoveses y despues a los turcos, saliendo victoriosos en ambas contiendas frente a enemigos muy superiores en número (incluso se habla de 40.000 turcos). Después de muchas victorias las intrigas palaciegas hacen que Roger de Flor sea asesinado, para de esta forma doblegar a los almogábares que ya eran temidos. Sin embargo, esto provoca una reacción inesperada. Los aragoneses arrasan a diestro y siniestro muchas ciudades bizantinas, matando a unos 26.000 soldados. Posteriormente son contratados por el Duque de Atenas (que era francés) para luchar contra los griegos. Pero una vez realizado el trabajo se les niega el pago, por lo que se enfrentan a su empleador, derrotándolo. Así reclaman para Aragón el Ducado de Atenas que se conservará hasta 1391. Durante este tiempo se crea una gran hueste en Francia para recuperar la posesión, que obviamente también es derrotada. Poco a poco, la falta de avituallamiento, la aclimatación a las costumbres de las tierras conquistadas y la posesión de territorios propios, hacen que la tropa se vaya desintegrando poco a poco hasta acabar difuminada en los territorios conquistados.


Quizás he sido un poco extenso, pero ni por asomo me acerco a la realidad de este fascinante episodio de la historia. Hablando con claridad nos encontramos con una panda de cabrones, brutos, salvajes, aguerridos, disciplinados, leales compeñeros, que son capaces de poner en jaque a la flor y nata de los ejercitos medievales. Una vez más la infantería disciplinada doblega a la caballería. El peon mata a la reina. 

Como curiosidad antes de entrar en batalla hacían chocar sus escudos y armas con piedras, saltando chispas mientras gritaban Desperta Ferro!!!! (Despierta Hierro).

martes, 8 de enero de 2013

El hobbit: Un viaje esperado!!!!



Ahora que por fin se riega mi cerebro con un adecuado flujo de sangre tras las opiparas fiestas navideñas, retomo el blog para martillear vuestras martilleadas conciencias. En esta ocasión dejamos por ahora las recetas y la espirituosidad de la bebida y nos bautizamos con una crítica de cine. Y saben los que me conocen que no soy yo muy cinéfilo, pero tratándose de El Hobbit no podía resistirme, más como friki que como amante del séptimo arte. 


Bien, lo primero será dejar bien claro que soy un fan incondicional de Tolkien, al más puro estilo "Big Bang Theory". Desde haber leido los libros varias veces, habernos disfrazados, jugar al rol, al risk de la Tierra Media, aprender a escribir rúnico, etc. hasta haber visto infinidad de veces la trilogía de Peter Jackson. Y mencionado este nombre maldito para unos, mesias para otros, aprovecho para empezar por el final: La trilogía de El Señor de los Anillos.

A diferencia de estas tres peliculas, el Hobbit se nos presenta como más infantil: trasgos y trolls que hablan, enanos que bailan y cantan, un Gandalf muy jovial y risueño, etc. Nada aparenta que la historia desembocará en los oscuros muros de Mordor con un Frodo zombie (por cierto, mucho mejor Bilbo que Frodo en el papel protagonista). Pero es que el libro del El Hobbit es exactamente así. Muy muy diferente en cuanto a la historia y la propia narrativa de El Señor de los Anillos. Es más, en la película aparecen unas licencias (por ejemplo: el hermano payaso de Gimli o el hermano equilibrista de Legolas) que ni por asomo aparece en la trilogía. En este sentido la adaptación cinematográfica de El Hobbit es bastante más fiel que su antecesora. Y ahí mismo radica el principal problema que le encuentro a la película. 

Con otros amigos de la Tierra Media he discutido largo y tendido sobre que el Señor de los Anillos se saltaba muchas partes de los libros. Yo argumentaba que del libro se hace un guión y del guión se hace una película. el lenguaje no es el mismo, no puede ser el mismo y no solo por causa del tiempo sino de la propia narrativa de la película la adaptación debe hacerse a la fuerza.

En El Hobbit esa adaptación ha sido mínima. Las primeras 150 páginas del libro quedan fielmente reflejadas. Por ello me resultó tremendamente lenta al principio, en un intento de describir los modos y costumbres de enanos y hobbits, pero sin poder ahondar y sin desencadenar la historia propiamente dicha. Ojo, tal y como aparece en el libro. Pero claro, dos capítulos se leen rápido, pero media hora de película se puede hacer muy larga.

Por otro lado no voy a ser yo quien descubra la maravillosa y genial adaptación que se hace de los paisajes, ropas, armas, maquillaje, música, etc. En ese sentido igual de impactante que El Señor de los Anillos. Quizás por eso impacta menos, porque ya lo hemos visto antes. Una salvedad: Algunos personajes de los enanos, que más bien recuerda a gloriosos aventureros medievales, más que a ceñudos y tórdidos enanos.

Por último quisiera hacer una mención especial al doblaje al castellano. Desde hace algún tiempo he descubierto el placer de ver películas en versión original y no veo la hora de ver ésta. El doblaje de las canciones pésimo, el doblaje de la lengua élfica igual (lo encuentro diferente a en el Señor... no sé...) y por supuesto el lenguaje de los enanos. Me encantaban esas rrrr rotundas y arrastradas de Gimli que no aparecen en el vallisoletano acento de Thorin y compañía.

Pero eso sí. Que conste en blog. En general me ha encantado. Por qué? Porque soy un friki. Ojala de El Hobbit se hicieran no tres, sino 10 películas. Ya lo he dicho antes. No me gusta el cine.