martes, 8 de enero de 2013

El hobbit: Un viaje esperado!!!!



Ahora que por fin se riega mi cerebro con un adecuado flujo de sangre tras las opiparas fiestas navideñas, retomo el blog para martillear vuestras martilleadas conciencias. En esta ocasión dejamos por ahora las recetas y la espirituosidad de la bebida y nos bautizamos con una crítica de cine. Y saben los que me conocen que no soy yo muy cinéfilo, pero tratándose de El Hobbit no podía resistirme, más como friki que como amante del séptimo arte. 


Bien, lo primero será dejar bien claro que soy un fan incondicional de Tolkien, al más puro estilo "Big Bang Theory". Desde haber leido los libros varias veces, habernos disfrazados, jugar al rol, al risk de la Tierra Media, aprender a escribir rúnico, etc. hasta haber visto infinidad de veces la trilogía de Peter Jackson. Y mencionado este nombre maldito para unos, mesias para otros, aprovecho para empezar por el final: La trilogía de El Señor de los Anillos.

A diferencia de estas tres peliculas, el Hobbit se nos presenta como más infantil: trasgos y trolls que hablan, enanos que bailan y cantan, un Gandalf muy jovial y risueño, etc. Nada aparenta que la historia desembocará en los oscuros muros de Mordor con un Frodo zombie (por cierto, mucho mejor Bilbo que Frodo en el papel protagonista). Pero es que el libro del El Hobbit es exactamente así. Muy muy diferente en cuanto a la historia y la propia narrativa de El Señor de los Anillos. Es más, en la película aparecen unas licencias (por ejemplo: el hermano payaso de Gimli o el hermano equilibrista de Legolas) que ni por asomo aparece en la trilogía. En este sentido la adaptación cinematográfica de El Hobbit es bastante más fiel que su antecesora. Y ahí mismo radica el principal problema que le encuentro a la película. 

Con otros amigos de la Tierra Media he discutido largo y tendido sobre que el Señor de los Anillos se saltaba muchas partes de los libros. Yo argumentaba que del libro se hace un guión y del guión se hace una película. el lenguaje no es el mismo, no puede ser el mismo y no solo por causa del tiempo sino de la propia narrativa de la película la adaptación debe hacerse a la fuerza.

En El Hobbit esa adaptación ha sido mínima. Las primeras 150 páginas del libro quedan fielmente reflejadas. Por ello me resultó tremendamente lenta al principio, en un intento de describir los modos y costumbres de enanos y hobbits, pero sin poder ahondar y sin desencadenar la historia propiamente dicha. Ojo, tal y como aparece en el libro. Pero claro, dos capítulos se leen rápido, pero media hora de película se puede hacer muy larga.

Por otro lado no voy a ser yo quien descubra la maravillosa y genial adaptación que se hace de los paisajes, ropas, armas, maquillaje, música, etc. En ese sentido igual de impactante que El Señor de los Anillos. Quizás por eso impacta menos, porque ya lo hemos visto antes. Una salvedad: Algunos personajes de los enanos, que más bien recuerda a gloriosos aventureros medievales, más que a ceñudos y tórdidos enanos.

Por último quisiera hacer una mención especial al doblaje al castellano. Desde hace algún tiempo he descubierto el placer de ver películas en versión original y no veo la hora de ver ésta. El doblaje de las canciones pésimo, el doblaje de la lengua élfica igual (lo encuentro diferente a en el Señor... no sé...) y por supuesto el lenguaje de los enanos. Me encantaban esas rrrr rotundas y arrastradas de Gimli que no aparecen en el vallisoletano acento de Thorin y compañía.

Pero eso sí. Que conste en blog. En general me ha encantado. Por qué? Porque soy un friki. Ojala de El Hobbit se hicieran no tres, sino 10 películas. Ya lo he dicho antes. No me gusta el cine.

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