jueves, 6 de diciembre de 2012

Anis La Flor de Utrera. Para el frio invierno.

Siguiendo con las comandas y bebiendas os presento hoy un anis del cual no habia escuchado hablar hasta el pasado fin de semana. Y es que reconozco de mis gustos por lo espiritual y sobre todo lo espirituoso. Así que el viernes pasado fui a la III Feria de los Vinos y Licores de la Provincia de Sevilla. Sabeis que no soy muy dado a elegir mis presas culinarias según su procedencia. Me gusta el champán frances y el cava catalán, el tinto de Castilla y el caviar ruso (cuando lo pruebe, claro). Pero habiendo tanto fermentado en tan poco espacio no se me iba a perder la ocasión.

Iba buscando yo varias cosas, una de ellas, anis para estas fiestas. De hecho buscaba claramente El Clavel, propio de Cazalla en  la Sierra Norte de Sevilla. Allí tenía un puestecito con catas gratuitas. Por supuesto como al comprarme cualquier ropa prefiero probar la mercancia. Muy rico, dulce, intenso, fuerte, aromático, etc. Todo lo que un buen anis debe tener. Pero cerca había otro puestecito de una marca totalmente desconocida para mi, de Utrera. ¿En Utrera se hace anis? Lo pensé sin darme cuenta en voz alta y al momento me estaban explicando que sí. Que esta era ya la tercera generación. Me enseñaron las fotos del abuelo, de la destileria, me resumieron la historia de la empresa. Muy agradables y entusiasmados con su producto. En el pueblo se conocía el destilado y estaban empezando a darlo a conocer fuera del mismo. Algo totalmente encomiable en estos tiempos que corren. 


Pero había llegado el momento de la verdad. Lo probé. Y he de decir que me pareció fantástico. Sin desmerecer a El Clavel, la Flor de Utrera (que es así como se llama) es más dulce, más suave, pero a la vez curiosamente sus 37 grados le dan una fuerza e intensidad propia de anises con mucho cuerpo. Una buena resaca con Flor de Utrera no sé como será, prefiero no saberlo, ya que ese dulzor engañoso invita a probarlo una y otra vez en los días de frio que se nos avecinan. Así, que enamorado de su sabor y la amabilidad de esta tercera generación de destileros me lo llevé a casa. Y aunque era lo de menos, resultó muy baratito.

Si lo veis no perdais la ocasión de probarlo. Yo incluso estoy ideando una receta de comida con él. Ya lo comunicaré en tiempo y forma. Brindemos de mientras con la copa bien alta para entrar en calor! 

Nos vemos en los bares!

domingo, 2 de diciembre de 2012

Receta: Besugo al horno.

Hastiado ya de tanta historieta de opereta, he decidido bajar a los comunes de los sentidos, dejarme de tanta política, problemas sociales, elucubraciones, etc. y centrarme en aquellas cosas pequeñas del día a día, que a mi personalmente me hacen feliz. Ya habrá otros momentos para la lucha de los ideales. Con ello espero poder dedicarle más tiempo al blog y, por qué no, que os sea más interesante. Empecemos, con una de cocina.

Este fin de semana pasaba de casi casualidad por la pescadería de Hipercor. No es que sea asiduo a su plaza, en Mercadona suele estar el pescado más barato, y en cualquier plaza de abastos también. Pero la calidad de la marca española es muy buena y se suelen encontrar pescados que en la empresa de Roig escasean.

El caso que me llamó la atención unos besugos de aproximadamente 1 kg. la pieza, con bastante buena pinta y bien de precio. Y me decidí a meterme en la cocina con él, antes de que las fiestas navideñas hagan inviable su compra. Por supuesto, la receta al horno. Espero que os guste.



Le hice una cama de rodajas de patatas, cebolla y tomate, con sal, un chorrito de aceite y peregil picado. De mientras me esmeraba con los cuchillos puse a calentar el horno a 170º (15 minutos aprox.). Metí la bandeja con las verduras (durante otros 15 minutos aprox.).


 En ese tiempo, preparé el pescado, muy fácil, nada de florituras, para que sepa a lo que tiene que saber... a pescado. Rodajitas de limón en los costados y sal. Para que no se secase, hice un caldo de pescado con una pastilla y frei unas rodajas de ajo con una guindilla. Pasado los 15 minutos de la verdura, meti al besugo en su cama con un chorrito de aceite, un poco de vino blanco y el caldo de pescado. Así, a 170º,  lo deje aproximadamente una hora, mojando el pescado periodicamente con el caldo. Unos minutos antes de sacarlo del horno le eché por encima el aceite con el ajo, pero retirando la guindilla. Esto último le da un gusto muy rico, pero no mata el sabor (solo corté dos ajos).




El resultado el que os pongo en la foto. Muy muy muy rico y con una botella fresquita de vino blanco mejor aun. En resumidas cuentas, no saldremos de pobre ni llegaremos a rico por hacer esta receta. Es un poco más costosa que una dorada, claro, pero tampoco tanto. Lo podeis hacer en Navidad si os atreveis con los precios, si no en cualquier epoca del año os podeis dar un homenaje. Como siempre le digo a mi compañera, señora, esposa, mujer, etc.: ¿Cuanto te puede costar esto en un restaurante?. Pues nada. Llevemos el restaurante a casa.

Que os aproveche!!!